El dinero fíat es una forma de dinero basada en el papel moneda y la reserva fraccionaria que es aceptada como medio de pago y reserva de valor.
La palabra «fíat» deriva del latín y significa «que sea hecho».
Esto último hace alusión a que nos referimos a un “dinero por decreto”, debido a que el papel moneda no tiene ningún respaldo tangible.
A diferencia del oro u otros activos, el valor del dinero fíat se basa en la fe y el crédito que se le otorga. En ese sentido, los Gobiernos respaldan el valor de su dinero fíat mediante la promesa de que lo aceptarán como pago en las transacciones.
Este tipo de dinero es el que usamos diariamente y con el que estamos familiarizados, aunque no seamos conscientes de todo lo que hay detrás de él. En este artículo lo explicaremos.
Historia del dinero fíat
La historia de la moneda fíat se remonta a los orígenes del dinero. Antes de que existiera el dinero, las personas intercambiaban bienes y servicios directamente (trueque). Sin embargo, esto resultaba en problemas porque no todos los bienes y servicios tenían el mismo valor. Por ejemplo, un saco de granos podía valer menos que una oveja, o una hora de trabajo podía valer menos que un caballo.
Luego, apareció el dinero mercancía, que consiste en utilizar como medio de intercambio bienes que tienen valor intrínseco en sí mismos, como el oro y la plata.
Posteriormente, el dinero fíat se originó en la China del siglo XI, y su uso se generalizó durante el Renacimiento italiano. A principios de la Edad Moderna, ejemplos de dinero fiduciario fueron las monedas de oro acuñadas por los gobiernos de Venecia y Florencia.*
El dinero fiduciario se ha usado a lo largo de la historia para financiar obras públicas y pagar gastos militares. Sin embargo, el dinero fíat sin respaldo en oro o plata tiene su origen en el siglo XX. Durante la Primera Guerra Mundial, las naciones se vieron obligadas a emitir dinero sin respaldo para financiar el conflicto. El resultado fue una hiperinflación galopante y una grave escasez de dinero.
Después de la guerra, muchos países decidieron abandonar el sistema monetario basado en el oro (patrón oro). Los Acuerdos de Bretton Woods, en 1944, vieron cómo el dólar fue adoptado como moneda internacional bajo ciertas condiciones de que mantendría los estándares de oro. Esto finalmente se rompió cuando el presidente Nixon en 1971 puso fin a la convertibilidad de los dólares en los mercados de divisas en oro, por lo que el dólar se convirtió de facto en una moneda fíat respaldada por una imposición gubernamental estadounidense y sin valor intrínseco.
¿Por qué se utiliza el dinero fíat?
El dinero fíat se usa porque tiene una serie de ventajas sobre otros medios de intercambio. Por ejemplo, el dinero fíat es fácil de transportar debido a su bajo peso y volumen, lo que lo hace ideal para el comercio internacional. Además, es relativamente fácil de producir en grandes cantidades, lo que permite que las economías puedan funcionar con una moneda única.
El dinero fíat se emplea porque tiene la credibilidad de que el Gobierno lo respalda. Esto significa que, si hay un problema con el sistema bancario o económico, el Gobierno puede emitir más dinero fíat para resolver el problema. Además, existen reglas y normas (como la Reserva Federal) que establecen cierto control sobre el dinero fíat y ayudan a mantener su estabilidad.
El dinero fíat es empleado porque tiene el poder de ser intercambiado por otros bienes y servicios (convertibilidad). Por ejemplo, si tengo un billete de 20 dólares, puedo usarlo para comprar una entrada al cine, o cualquier cosa que esté a la venta en la tienda. Además, el billete de 20 dólares tiene el mismo valor que cualquier otro billete de 20 dólares en circulación.
El dinero fíat puede almacenarse electrónicamente, lo que facilita su gestión y lo hace menos vulnerable al robo o la pérdida.
El dinero fíat para ser considerado buen dinero, debe cumplir con 4 funciones básicas:
1) Medida de valor: Permite expresar el valor de un bien o servicio en términos monetarios. Por ejemplo, cuando vemos en el supermercado que un producto vale 5 euros.
2) Medio de intercambio: Permite intercambiar mercancías a cambio de dinero. Ya no es necesario el trueque como en la antigüedad, lo ha permitido el funcionamiento del ciclo comercial tal y como lo conocemos hoy.
3) Medio de pago: Esta función es similar a la anterior, solo que no nos referimos al pago de una mercancía, sino a la cancelación de deudas, por ejemplo. En ese caso, no hay ningún producto de por medio. El banco prestó dinero y eso es lo que está recibiendo a cambio.
4) Reserva de riqueza: El dinero permite acumular riqueza que luego se podrá emplear para hacer pagos o adquirir bienes. Es decir, el dinero fíat hace factible el ahorro.
Debemos tener en cuenta además que el dinero fíat permite un mayor control de la oferta monetaria por parte de las autoridades (los bancos centrales). Así, se puede reducir o aumentar la liquidez del sistema mediante instrumentos como el tipo de referencia o los repos.
Inconvenientes del dinero fíat
Las desventajas del dinero fíat son numerosas. Primero, el dinero fíat no tiene ningún respaldo real. En segundo lugar, el poder adquisitivo del dinero fíat puede verse mermado en cualquier momento debido a la manipulación de la economía por parte de los Gobiernos o de los bancos centrales. Tercero, el dinero fíat es fácilmente confiscable por las autoridades; y cuarto, el uso del dinero fíat favorece la concentración de riqueza en manos de unos pocos.
Es importante señalar que con el dinero fíat son posibles medidas (en principio excepcionales) como la flexibilización cuantitativa (QE). Si bien este instrumento está siendo empleado para enfrentar momentos de crisis, tiene una contraparte. Al aumentar la oferta monetaria, se generan presiones inflacionarias, que luego se deben contrarrestar (subiendo los tipos de referencia, por ejemplo). Entonces, aunque se evita una caída de todo el sistema financiero, luego todos los consumidores, en general, deben lidiar con un alza de los precios de la canasta básica.
El valor del dinero fíat reside, esencialmente, en el respaldo que se tiene al Gobierno que lo emite. Podemos verlo de esta forma: Es porque confiamos en nuestras autoridades que usamos el dinero que emite nuestro banco central. Si las autoridades actúan de forma irresponsable, la moneda perderá valor frente a otras divisas. Y la historia nos demuestra que siempre existen gobernantes que pueden tomar medidas insensatas.
FUENTE: RANKIA