En el mercado actual existen varios tipos de activos financieros, que se clasifican básicamente entre el tipo de rentabilidad y el plazo de vencimiento. En cuanto al tipo de renta, podemos diferenciar:
- Renta fija: los activos financieros de renta fija son aquellos que tienen una rentabilidad garantizada al 100 %. Son emitidos por entidades financieras o empresas, que a cambio de conseguir financiación, garantizan la devolución íntegra de la inversión al comprador más un porcentaje fijo de rentabilidad. Un claro ejemplo de ellos son las letras del tesoro del Estado.
- Renta variable: este tipo de activo se caracterizan por no garantizar ni la recuperación del capital invertido ni la rentabilidad. Existe también la posibilidad de perder toda la inversión. La rentabilidad suele ser mayor, pero obviamente, el nivel de riesgo también lo es.
Por otro lado, los tipos de activos financieros también pueden clasificarse por plazo de vencimiento, es decir, el tiempo en el que se debe tener invertido el dinero para obtener la rentabilidad fijada.
- A corto plazo: son activos que se amortizan en un plazo de tiempo muy corto, por lo general, menos de 12 meses. La rentabilidad suele ser baja, pero el riesgo es menor. El mayor ejemplo son los depósitos bancarios a plazo fijo.
- A medio y largo plazo: los activos financieros a medio y largo plazo tienen un compromiso de inversión de más de 1 año de duración, pudiendo llegar a los 10 años o incluso ser inversiones indefinidas. Suelen tener una rentabilidad más alta, pero también un mayor riesgo, ya que es más difícil predecir la fluctuación económica.
FUENTE: RAISIN